sábado, 6 de febrero de 2010

Camino

Camino

Caminas, caminas y la ruta significar
podría guarida que pedir sabe el ojo que la mire. El que pueda de ella no ser la torpe planta que la pisa, mas sí danzante lebrel que le acaricie. Triste planta que la rompe, del aire no sabe contener el peso y cae frente. Tumulto de voces pierde la postura, el rostro no concuerda con el nombre, lo ha perdido perdida. Laberinto tan obvio no percibe el grito sabor de ángeles contigo. Pasos sientes que te siguen, ser de la gota en pantanoso tiempo eres caída. No caigas tan solo, detente en la caída. La mano te espera, es la caricia verdad del ojo; detenida eres final de todo camino y buscas tu sentido para constituir qué forma, mas informar quieres; que puedas quizá junto a la fronda sentarte y esperar a quién mirarte pueda, saber ausente asir palabra no debes. Calla, calla las voces, de una vez cierra tu faz entera. Mira si tienes la fuerza en el canal por donde corres, mira oh torpe insecto tu planta y descubre la tierra que te absorbe, pensar no hagas de ti destino, solo sentir debes el peso que aprisiona la salida y el olor a fuego que la enciende en oscuro y circular encuentro. Que comprenda tu mano la fogata y que calor y luz final no precipites, que no te engañen; es tan solo tu obrar primero la ceniza.

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